martes, 22 de julio de 2014

El séptimo arte: "Silent Hill" (2006)

Cualquiera que lleve un tiempo leyéndonos sabrá que en el blog sentimos gran estima por la saga de Silent Hill, el gran referente del género de terror. Es por ésto que no podíamos dejar de analizar y desglosar un largometraje tan interesante como es el que protagoniza Radha Mitchell, ambientado en el terrorífico pueblo de Silent Hill. Comencemos.

Para que os hagáis una idea de la historia, es básicamente la del primer Silent Hill, de PS1, pero con ciertos elementos inexactos (licencias del director, no errores), es decir, que en el juego no eran tal como aparecen en la película. El primero que encontramos se nos presenta recién empezada la película: aunque la historia es la del citado primer Silent Hill, cuyo protagonista era varón, el personaje principal del film es una mujer. Interpretada por Radha Mitchell, como decíamos antes, ésta vez es Rose quien debe pasar por el pueblo maldito debido a unas pesadillas que su hija Sharon tiene cada noche. En éstas pesadillas, la pequeña nombra insistentemente a "Silent Hill", un pueblo que tiene algún tipo de conexión especial con la niña que no os desvelaremos.

Con éste panorama, Rose, intrigada, decide ir al sitio que su pobre chiquilla grita en pesadillas, pero sólo le servirá para que sea ella quien viva la pesadilla allí: tras un accidente con el coche, despierta en medio de un sitio inundado por la niebla, y su hija no está en el asiento de su derecha. Dejaremos aquí las referencias al argumento principal para no spoilear (lo que os hemos contado es el planteamiento, a partir de ahí empieza la verdadera historia, la que tiene 'chicha').


La película, en algunos puntos, tira de tópicos tales como que se acabe la luz de una linterna en el peor momento o que la protagonista tenga que ir abriendo lentamente puertas hasta encontrarse con algo espantoso. Ese preciso momento es algo predecible, pero lo que Rose encuentra nos deja completamente helados. Un gran acierto de la película es no abusar de ese tipo de tópicos, aunque estén presentes. La verdad es que el equilibrio entre acción y suspense está bien conseguido, con algún que otro sustillo de por medio, cosa que se agradece dada la naturaleza "lenta" del videojuego en el que se basa.

Entre tantos nervios (y os aseguramos que si os metéis de lleno en el argumento, los pasaréis), aparece el gran personaje estrella de la saga: Pyramid Head. La caracterización está increíblemente bien, y la interpretación, por Roberto Campanella, es magnífica: no es un enemigo rápido o voraz, es un gigantesco y lento ser que intimida sólo con escuchar el sonido de la espada que porta chirriando contra el suelo. No sólo él intentará ponerle las cosas difíciles a Rose, ya que el elenco de criaturas que encontramos es de lo más variopinto. Éstas criaturas van desde 'bebés demoníacos' que sollozan penosamente hasta las icónicas enfermeras sin facciones faciales, pasando por el conserje Colin (ya algo 'estropeadico'), la lunática Christabella... Hablando de Christabella, aún no he conocido a nadie a quien le caiga bien. Ya me diréis vosotros cuando veáis la peli.

El punto más potente que tiene la película es, sin duda, la realización técnica. Todo está cuidado al máximo, habiendo gran mimo incluso en detalles tan pequeños como la decoración interior de cada edificio o la niebla, que aun habiéndose incluido tras el rodaje mediante ordenador presenta un realismo impresionante. Aunque, en realidad, decir que la niebla es un detalle pequeño es quedarse corto, porque es el elemento clave para entender la situación en la que se encuentran Rose y Christopher, que no es otro que su marido. Aunque llega un punto en que ambos están en el mismo sitio (literalmente, están pisando a la vez las mismas baldosas, pasando por el mismo pasillo, etc), les es completamente imposible verse. Y al ver la película por primera vez, señoras y señores, ésto sí es perturbador (acaban por explicarlo en el propio film, tranquilos). Eso sí, lo que todo el mundo (todos, en serio) que ha jugado a Silent Hill y a la vez hemos visto la película echamos en falta es el miedo propiamente dicho. Sí, la atmósfera está bien definida, hay algún que otro momento con pique de tensión y eso, pero si uno ha probado la primera entrega de la saga de videojuegos, nota la falta de miedo real. Suspense sí hay, miedo no, que quede claro.

Dentro de lo técnico, además, hay que recalcar que se usó la banda sonora del Silent Hill original, buscando un acercamiento más intenso al espectador (y uno aún más intenso, si cabe, al espectador que hubiera jugado a tal juego). La música acompaña perfectamente a cada situación, varía dependiendo de aquello que estemos viendo y se mezcla con unos efectos de sonido acertadísimos. Aun así, repito, no vas a sentir miedo más allá de algún sustillo. Pero tampoco es una película de terror en esencia, así que en eso no "falla" del todo.


La interpretación, en general, está bastante bien. Rose tiene una actitud y un carácter creíbles y con los que se puede empatizar. Radha Mitchell consigue dotarle de personalidad y fuerza, notándose una cierta evolución psicológica a medida que avanza la trama. Por otra parte, encontramos también a Cybil, la policía, que es interpretada por Laurie Holden y cuyas acciones, siempre por el bien de Rose y en nombre de la justicia que la guía, acaban sacando a la luz la injusticia de la vida (mucha gente lo ha interpretado como una crítica al extremismo religioso dada la brutal crueldad que presentan los ritos de La Orden -un grupo de refugiados que justifican con la palabra de Dios cualquiera de sus macabras y bárbaras prácticas-).

Y ya que hablamos de la interpretación, he de hacer una mención especial al gran nivel de Jodelle Ferland, que interpreta a dos personajes a la vez: la hija de Rose, Sharon, y Alessa, un personaje bien distinto (distinto en todo, tanto en el aspecto psicológico como en lo estético) cuya historia y papel en la película no desvelaré para aquellos que quieran verla tras leer ésta crítica. Lo que me gustaría remarcar de Jodelle Ferland son las marcadas diferencias que consiguió plasmar en un personaje respecto al otro. Mientras uno es un personaje inocente y básico, el otro es completamente oscuro, tétrico y con una dura historia detrás.

Aunque Rose y Cybil protagonizan la mayor parte del argumento, no podemos dejar de nombrar a Sean Bean, que antes de colgarse la espada a la cintura para hacer de Eddard Stark en Juego de Tronos, interpretó a Christopher (padre de la pobre Sharon) en ésta película además de en la secuela, Silent Hill: Revelation 3D, de la cual hablaremos otro día. Por otra parte, tenemos a los miembros de La Orden, que no tienen muchas "figuras clave": las que más aparecen en pantalla son, básicamente, Christabella -interpretada por Alice Krige- y los soldados que la acompañan para guiar a Rose y Cybil al hospital; lugar que, según dicen en La Orden, son "los dominios del diablo", "el núcleo de la oscuridad"... (lo llaman de varias formas).


A mi, como supongo que es evidente, me gusta la película, pero tengo que analizarla y puntuarla objetivamente, por lo que también tengo que citar algunos puntos en los que flojea: el primero ya lo hemos comentado, y es que no da ningún tipo de sensación de aquél "miedo psicológico" que tanto disfrutamos jugando a los primeros Silent Hill. El segundo es que Christopher, aunque acaba siendo esencial para que el espectador entienda del todo la historia que se esconde tras el pueblo y su hija Sharon, tiene más bien poco que decir en el argumento principal. Sí, él es quien investiga sobre el pueblo y su historia, revelando el secreto que allí se esconde, pero más allá de eso no tiene ninguna implicación en el arco argumental que protagonizan su mujer y su hija. Eso sí, en la escena final sí es crucial (si el espectador la entiende a la primera). Y, para acabar, otra cosa que no acaba de cumplir es el modo en que se nos presentan los personajes. Cuando en el videojuego original aparecía un personaje nuevo delante de Harry, ésta persona nos soltaba un "bonito" párrafo sobre su situación o sobre la del pueblo, algo que en los videojuegos se agradece por el tema de poder seguir el hilo de la historia. En la película, suponemos que para acabar de rematar ese intento de hacer de su argumento una versión alternativa del original pero fiel a éste, ésto también pasa, y la presentación de los personajes suele incluir un pequeño diálogo en que se intenta concretar ligeramente su perfil psicológico. No acaba de pegar, pero si no lo tienes en cuenta, pasará desapercibido totalmente.



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